Paracaidismo, una experiencia para los más atrevidos
|Una aventura a prueba de vértigo, definida estrictamente para las personas adictas a la adrenalina. Si continúas leyendo, eres uno de ellos, así que, bienvenido a la experiencia del paracaidismo.
Este deporte de riesgo, cada vez más practicado en todo el mundo, se ha convertido en los últimos años en una alternativa para todos los aventureros adictos al miedo, con la diferencia de que aquí no podrás decir que no. Hablamos del punto de no retorno, ese momento en el que tus pies se encuentran saltando de un helicóptero a una distancia incalculable del suelo y en el que ya no puedes hacer nada para volver atrás y te quedas suspendido en el aire. Ese instante, en el que solo de estar imaginándolo ya te estás quedando sin aire que, con ironía, será en el que más aire recibas. Tu vida dependerá de la persona que ya ha realizado esa acrobacia un elevado número de veces, pero a la que preguntarás a cada segundo si todo está correcto, temiendo que aunque no pase nada nunca, siempre puede pasar por primera vez. No pasa nada, la emoción del momento te hará dudar de todo, incluso de arrepentirte de haber embarcado en ese pequeño helicóptero que te va a catapultar hacia el vacío.
Pero, de repente, llegas a tierra y aquello que hacía 4 minutos te estaba dando pavor, se convierte en una experiencia que según tú no habrá durado más de 30 segundos. Sintiendo la adrenalina aún corriendo por cada poro de tu cuerpo, querrás volver a saltar incontables veces más. Y ahí es donde te darás cuenta de que ha merecido la pena y que después de la primera vez, ya pierdes el respeto o, al menos, eso es lo que dicen. Aun así, en cada salto siempre habrá algo nuevo, algo que te hará preguntarte cómo no te habías fijado antes y ese sentimiento te dará ganas de realizar la hazaña de nuevo.
Un círculo vicioso que comienza con un miedo atroz a hacer algo en lo que tu vida no depende exclusivamente de ti, sino de un magnífico monitor que te habrá calmado y tranquilizado cuando más lo necesitaste y el que te animará a volver una vez que se te haya pasado el subidón.
Si vas a practicar paracaidismo infórmate previamente en tu zona, ya que puede ser que algún centro lo imparta y ni siquiera te hayas enterado. Como estos últimos años se ha extendido tan rápido como la niebla, no te resultará difícil encontrar uno muy cercano a ti. Atrévete y no lo pienses, pero recuerda que es una actividad peligrosa y no apta para personas con problemas graves de salud. La precaución siempre es lo primero.