Vacaciones en Viña del Mar
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Ciudad jardín como se la reconoce a lo largo y ancho del país trasandino, expone sobrados ingredientes que la transforman en uno de los sitios preferidos para los turistas que visitan Chile año tras año.
Ubicada en el corazón de Valparaíso, Viña del Mar fue erigida por colonos españoles que llegaron a Latinoamérica en 1855 y levantaron los principales asentamientos en torno a la estación central del ferrocarril.
Actualmente, “Ciudad Jardín” cuenta con el mayor presupuesto destinado al turismo de la región gracias a los hoteles, festivales, infraestructura, espacios públicos y eventos culturales de magnitud.
Para los que deseen llegar desde Santiago de Chile, tan solo son 120 kilómetros por la ruta ch-68 hasta Nueva Aurora para luego desviarse hacia barrio Recreo aledaño al destino.
Una vez instalados en alguno de los hoteles, hostales o departamentos en Viña del Mar podrá visitarse Reñaca, el principal balneario local en la desembocadura del estero homónimo. Otra actividad habitual es la de visitar el Jardín Botánico Nacional con casi 3 mil especies vegetales para admirar.
El reloj de flores es otra parada obligada, en plena Caleta Abarca, uniendo los caminos hacia Valparaíso permanece marcando los tiempos desde 1962.
El muelle Vergara fue construido a la altura de la calle 10 Norte con la función de ser un pequeño embarcadero por donde salían las mercancías. Décadas después, se convirtió en un atractivo turístico reconocido a nivel nacional, hasta que tuvo que ser cerrado a la función comercial y turística después de un incendio. En 2016 fue reinaugurado luego de reparaciones que tuvieron un costo aproximado de entre los $4 mil y $5 mil millones de pesos chilenos (unos $9 millones de dólares) y que permitieron volverlo a utilizar como lugar de paseo y de pesca deportiva, además de servir de mirador hacia la bahía y el mar.
En el barrio Recreo se encuentra el Museo al Aire Libre de Viña del Mar inspirado en la poesía de Gonzalo Villar; presenta 22 obras de artistas nacionales contemporáneos, reproducidos en el exterior de casas y edificios por el muralista Claudio Francia, bajo la curaduría de Myriam Parra Vásquez.